Ciudad de México. Ya en la década de los noventa, Douglas Coupland había predicho en su novela Generación X que “la realidad virtual es un asteroide que impactará con nuestro planeta en 2023” y al parecer no estamos tan lejos de que eso suceda.
La realidad virtual se ha utilizado en diferentes campos, pero hay uno en especial que no se ha explorado del todo. Sevó en un evento en Suiza donde creadores, directores de museos y otros líderes culturales discutieron sobre el papel de la tecnología en el arte.
Algunos de los artistas reunidos apuntaron un cambio en la obra de arte y señalaron los trabajos de Jeff Koons y Marina Abramovic para el portal Arte agudo, el cual pretende simular un museo virtual.
El director de Arte Moderno del Moderna Museo de Estocolmo, Daniel Birnbaum, explicó que “la realidad virtual ya ha transformado el sector inmobiliario, la medicina, la arquitectura o la pornografía y puede que ahora haya llegado el momento del arte”.
El artista danés Olafur Eliasson ve en la realidad virtual una excelente oportunidad de seguir desarrollando sus obras: “siempre me ha interesado la desmaterialización del arte. Veo en ella una oportunidad para promover la implicación del receptor de la obra, que quiero que deje de ser” “pasivo”.
El arte del corazón se encuentra Dado Valentic, el técnico de la corrección de color para Warner quien asegura que “cuando te encuentras un artista curioso, tu propia naturaleza la incita a involucrarse” y señala que al hacer la invitación a colaborar en Koons y Abramovic, cada quién involucró la tecnología en su campo de especialización.
Otro artista que ha incorporado la realidad virtual a sus proyectos es Alejandro González Iñárritu, quien narra en su cinta Carne y Arena el destino de los indocumentados que tratan de cruzar la frontera de México hacia Estados Unidos.
De acuerdo a Coupland, la incorporación de esta tecnología favorecerá el nacimiento de “un arte hiperdemocrático, intensamente viral e instantáneo descargable”.