Cuando se logran configurar notificaciones en tiempo real acerca de los mensajes que emiten constantemente los usuarios de distintas plataformas digitales, se generan alertas (por niveles de riesgo u oportunidad) que anticipan posibles inflexiones por las que podría pasar la empresa o enviar datos acerca de las crisis que están sucediendo en el momento, convirtiéndose en una oportunidad de que la compañía atienda oportunamente las posibles afectaciones (positivas o negativas) consecuentes.
También otra de las funciones que se ha transformado en la inteligencia digital es la capacidad de entender cuánta demanda hay sobre un producto o servicio, encontrando oportunidades para las marcas y dando una guía para el posicionamiento lo que les puede permitir llegar de manera más eficaz a su público objetivo. Adicionalmente a través de la implementación de alertas en tiempo real se pueden detectar tendencias y es posible llegar a pronosticar la demanda que habrá con una gran precisión.
Las tendencias en redes sociales surgidas en cierta región del mundo, son ahora un anuncio de lo que podría volverse popular en otros espacios geográficos, por lo que estamos ante la posibilidad de anticiparnos a hábitos de consumo y sugerir a las empresas actualizaciónes en su cartera de productos y servicios para adaptarse anticipadamente al futuro.
La exploración y la flexibilidad de los datos digitales permite también la innovación, el encontrar algo nuevo o ser los primeros en detectar una tendencia de mercado, producto o stakeholder relevante que puede ser aprovechado por cualquier empresa para sobresalir y aventajar a sus competidores.
Cuando accedes a diferentes plataformas o fuentes de datos para la toma de decisiones con enfoque predictivo, se puede tener una visión más global de cuál es tu audiencia y algo que normalmente no se toma en cuenta pero que también tiene importancia: quiénes no forman parte de ella. Observar las tendencias ayuda a identificar aspectos del comportamiento de los consumidores que suelen quedar fuera de las consideraciones para tomar mejores decisiones.
Conocer los hábitos de consumo de los usuarios en redes digitales, respalda las ventas y ayuda a crear una estrategia y táctica más estructurada pues, en última instancia, se construye un perfil del tipo de clientes a quienes se dirigirán las campañas de posicionamiento ,por lo que las empresas de éxito del mañana serán las que hayan dominado y puesto en práctica el consumo digital inteligente.